Por José Litvak

El poker es un juego individual por excelencia, pero tiene la particularidad de que se compite contra varios rivales a la vez, como ocurre en el automovilismo. En las carreras de autos es habitual la presencia de escuderías y que ellos establezcan estrategias para que triunfe alguno de sus miembros, muchas veces con la ayuda del otro integrante del team.

A mi juicio, se trata de una táctica permitida, pero reprochable. En el poker, por el contrario, está prohibida y penalizada. Sin embargo, hay ocasiones en que es lícito y hasta conveniente «jugar en equipo». Este es un concepto muy importante, especialmente para enfrentar el desafío de la burbuja.

¿Cuándo es lícito jugar al poker “en equipo»? No cuando es premeditado, arreglado o convenido, sino cuando, como en el sumo, aprovechamos la ventaja de la fuerza ajena para derribar a un contrario. Veamos: jugar en equipo es, por ejemplo, pagar un all in de un short stack con una mano débil, después de que otro rival ya lo ha hecho, aumentando, de tal forma, las chances de eliminar al bubble boy y de entrar en cobros.

No es necesario aclarar, que las probabilidades matemáticas de éxito de cualquier mano, en la gran mayoría de los casos, disminuyen en proporción directa al aumento de rivales contra los que se compite. Por ende, si hay más jugadores en el pozo (en el ejemplo, el que ya pagó y nosotros) hay más posibilidades de que alguno conecte y se elimine al tercero.

Un ejemplo simple:

Un short stack ubicado en UTG va all in con K Q, el botón paga con 6 6 y nosotros estamos en la ciega grande con J 10.

Sólo debemos pagar $500 más, pero con una mano con la que probablemente no entraríamos en esa circunstancia, contra un solo rival y con chances ciertas de debilitar nuestro stack. Si no lo hiciéramos, quien fue all in tendría un 49% de probabilidades de ganar y doblarse, pero si pagamos, bajan al 35%. Eso implica un 65% de posibilidades de entrar en cobros, aunque no ganemos la mano. Por ende, si el costo es bajo, parece conveniente entrar, salvo que el objetivo sea ir por toda la gloria y todo el dinero.

Cuando se dan estas situaciones espontáneas de juego en equipo, se debe checkear la mano hasta el showdown, aunque alguno conecte en el flop, porque eso le dará cartas gratis al otro para, quizás, conectar una mano que pueda terminar venciendo al short stack que fue all in. La gran motivación es consagrar al «hombre burbuja». Naturalmente, se justificaría apostar cuando llevemos una mano que nos garantice vencer a ambos.