En esta serie de artículos que estamos dedicando a destripar los fundamentos del poker para principiantes, hemos ido respondiendo a todas las dudas que se le puede presentara aun jugador que se sienta por primera vez a las mesas.

Hemos explorado las matemáticas que rigen el desarrollo del juego, por qué jugamos unas manos y otras no, y cómo elegir un tamaño de apuesta inicial. Todas son ideas que saltan a la cabeza cuando nos planteamos si queremos jugar o no una mano.

Pero el poker tiene otra cara. Hay manos que, queramos o no, estamos obligados a jugar. Como en cualquier actividad con riesgo, la jugada más lógica es siempre la más segura. Si no hubiera nada en juego al principio de la mano, no tendría sentido abrir, pues solo nos pagarían manos extremadamente fuertes. Por eso el poker tiene sistemas para estimular la acción.

En el Texas Hold’em son las ciegas, grande y pequeña. En formatos como el Stud, es el bring-in, en la que la peor mano a la vista tiene que poner una apuesta obligatoria. En otros son los antes, todo el mundo tiene algo en juego desde el principio.

La dinámica que da vida al poker es la posibilidad de ganar el dinero de las ciegas. Hasta ahora todas las dudas que te han podido ir surgiendo y todas las que hemos intentado diseccionar estaban relacionadas a un intento de ganar ese dinero. Abrimos manos para robar ciegas y estructuramos las apuestas respecto al tamaño de esa apuesta obligatoria.

Pero en un momento muy concreto de cada órbita, los que estamos obligados a poner la ciega somos nosotros.

Como vimos con la fórmula del EV, el balance de resultados en una mano de poker se parece mucho a un balance contable. Es el dinero que ganamos menos el que perdemos.

Cuando estás obligado a poner una de las ciegas, tú formula del EV para esa mano empieza con un saldo inicial de -0,5bb o -1bb. Si nunca defendieras la ciega grande, por ejemplo, perderías una bb en cada mano, y tu winrate en la BB sería de -100bb/100.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los pros se dan por contentos con winrates que no llegan a las dos cifras, -100bb/100 es un desastre de dimensiones catastróficas.

Por eso debemos defender nuestras ciegas.

El primer punto a destacar en la defensa de ciegas es que desde ellas siempre estarás fuera de posición.

Esta circunstancia, junto a la obligación de poner dinero, hace que sea prácticamente imposible conseguir un winrate positivo desde esas posiciones, aunque en el caso de la SB sí que se podría considerar un objetivo para nuestra estrategia.

La segunda consecuencia de esta particularidad que se da desde la ciega es que nuestra defensa más efectiva, como norma general, va a ser el 3bet. Si conseguimos acabar la mano en el momento, mejor que mejor.

La frecuencia y el tamaño del 3bet se definen de manera similar a como hemos aprendido a afrontar la selección de rangos de apertura y los tamaños de apuesta inicial. Depende mucho del formato y del rival.

En torneos y sits, la frecuencia debe ser menor y el tamaño mayor, porque así nos lo recomienda el ICM, el modelo que presentamos en un capítulo anterior. En fases avanzadas de torneos no es nada raro ver rerrobos de 30bb y 35bb.

En cash, dependemos mucho más de las tendencias de nuestro rival y de la correcta interpretación de su HUD.

Ante un villano que no varía en exceso sus rangos de apertura por posiciones y los mantiene en valores relativamente bajos, debemos cerrar el rango. Aunque estemos obligados a defender nuestras ciegas, estos jugadores no están entendiendo la dinámica del juego y, por tanto, nosotros no debemos adaptar nuestra estrategia. En estos casos, solo completar suele ser un error.

Sin embargo ante un jugador que aprovecha el botón para abrir muchas más manos de lo habitual, deberemos ampliar nuestro rango de 3bet. El problema que nos encontramos en estos casos, sobre todo si jugamos stacks completos, es que si nos pasamos de la raya nos pueden contraatacar con 4bets. Por eso, debemos equilibrar nuestros rangos con defensas pasivas, limitándonos a pagar. Así podremos defender un rango mucho más amplio.

Después de asimilar esta información, te debería resultar mucho más sencillo leer las tablas de 3bet y por qué son distintas según datos como el PFR y el Foldto3bet del villano. Esta es la lógica que está detrás de la progresión de los rangos de defensa que todas las estrategias de poker delimitan según van variando esos datos.

Presta mucha atención a cómo juegan desde la ciega los entrenadores de Drawing Poker. Ahora deberías ser capaz de absorber mucha más información de cómo resuelven defensas con diferentes rangos de manos frente a diferentes rivales.

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