Por José Litvak

Parte I:

Hasta el actual progreso de los estudios sobre poker, uno de los métodos mas conocidos y adoptados para el manejo de las apuestas y de la banca personal era el denominado Criterio de Kelly. Este científico norteamericano diseñó uno de los primeros sistemas de gestión de carteras monetarias. Se trataba de una técnica que se formulo para auxiliar en las decisiones sobre inversiones financieras pero en su momento fue adoptada por algunos jugadores de alto nivel. Su tesis es que el porcentaje del bankroll que debe apostarse esta en función del valor del pozo y de las probabilidades de obtenerlo. Un criterio similar al de las pot odds, pero más sofisticado.

Algunos jugadores consideraban al método muy arriesgado y utilizaban una variante: dividían el resultado por 2, de manera de minimizar el riesgo. Una conclusión de su uso seria: si regularmente lográramos realizar value bets apropiadas, los beneficios a mediano o largo plazo se maximizan.

Para algunos, esta técnica es tan valiosa que han llegado a desarrollar algoritmos y calculadoras para determinar automáticamente los resultados o para familiarizarse con su uso. ¿Vemos su fórmula?

• f *, es la fracción de la corriente de fondos para apostar;
• bp, es la fracción del bankroll (stack) actual a apostar;
• b, es la ganancia neta recibida en la apuesta (“b a 1”). Es decir, el apostador podría ganar b pesos por cada uno apostado (más el $ 1 apostado).
• p, es la probabilidad de ganar y q, la de perder, o sea 1 – p.

La fórmula original se refiere a la cartera total disponible para invertir en cada ocasión, y esto, en el poker, se corresponde con la noción de stack. No obstante, la vinculación e interdependencia entre ambos conceptos permite aplicarlo al juego pero teniendo en cuenta que cuando se menciona al «fondo» se está refiriendo al stack. No nos olvidemos que el monto del bankroll está en directa vinculación con el nivel de apuestas en que se juega y, por ende, con las fichas necesarias para afrontar cada sesión o cada torneo.

En la fórmula de Kelly, el monto a apostar en cada juego depende de la relación existente entre tres factores: A) el tamaño del bankroll (stack), B) la recompensa esperada por cada $ apostado, y C) la probabilidad estimada de ganar.

No está de más decir que los resultados arrojados por este criterio estarán directamente relacionados con la corrección con la cual el apostador escoge y/o determina los datos para hacer el cálculo. Primordialmente, con la probabilidad estimada de ganar (algo que no siempre se puede medir a ciencia cierta).

Entre otros destacados inversionistas internacionales, Warren Buffett ha reconocido que lo utiliza y otros, un poco mas escépticos, como Peter Lynch, dicen: “20 años en el negocio bursátil me han convencido que cualquier persona que use el 3% de su cerebro, puede elegir acciones tan bien como lo haría un experto en el mercado”.

Si nuevamente cambiamos las palabras mercado por poker, y elegir acciones por apuestas, la conclusión es la misma. Por ello, encontraremos cientificos del deporte que se interesarán por estos desarrollos y promoverán su análisis y debate y otros que, con razonable escepticismo los soslayarán. Como veremos la semana que viene en una próxima entrega.