Existe mucho material acerca de las facetas negativas del poker. Es muy frecuente encontrar contenido relacionado a la gestión del tilt, cómo sobrevivir a una mala racha o cuándo es adecuado bajar de nivel. Pero ¿qué pasa cuando las cosas salen bien? Esa es la porción de la película que no se cuenta, es como el final feliz sin segunda parte.

Mucho se ha hablado de que el poker es un juego a largo plazo y que los buenos resultados son solo la consecuencia del compromiso y estudio que se tenga en las mesas y no una meta final en sí. Bien, hasta este punto todo queda claro, pero también es importante saber qué hacer cuando realmente dicho estudio comienza a transformarse en resultados concretos. Existen algunos consejos para maximizar las ganancias y buenas rachas sin necesidad de estar preocupado por corregir problemas de juego.

En primer lugar, es importarte seguir estudiando y mejorando. Aunque un jugador se convierta en ganador, siempre habrá otros grinders mejores y si las ganancias impulsan una subida de nivel, ello implica que seguramente será un entorno más competitivo que necesita de habilidades nuevas.

También hay que tener presente, como se mencionó, que el poker es a largo plazo, y así como se usó dicha afirmación para sobrellevar una mala racha, debe pasar lo mismo en el otro lado de la moneda. Una serie de buenos resultados puede ser producto de la llamada varianza positiva, así que hay mantener la calma y seguir tomando las mejores decisiones en cada mano sin importar los resultados. 

Muchos jugadores se ponen límites de pérdidas y ganancias para cada sesión. Se permiten perder equis cantidad de cajas antes de dar por finalizado el juego o al momento de duplicar su dinero en la mesa toman la decisión de levantarse. Las buenas rachas hay que aprovecharlas al máximo y tratar de explotar la sesión, el dinero es solo una parte del juego, así que no hay que intentar proteger las ganancias con los pensamientos tipo «no abriré esta mano porque se va a descompletar la caja que llevo arriba».

Los buenos resultados llegan gracias a la constancia y dedicación pero también se van si no se saben manejar, por ellos es fundamental siempre mantener el foco en el juego y no en las ganancias, disfrutarlas pero tener muy claro que cuando llegan es el momento de apretar el acelerador de la disciplina y estudio para llevarlas al siguiente nivel.