Aunque no hay que descuidar la estrategia, muchas veces una buena sesión o torneo se gana desde antes de sentarse en las mesas, desde la parte mental con una buena preparación y sobre todo un buen control de emociones para afrontar las ganancias, pérdidas y bad beat de las extensas jornadas.

Existen 4 aspectos o claves esenciales para poner en orden las emociones antes de jugar poker y es muy importante establecerlas como hábitos o mantras que acompañen durante toda la carrera como jugador profesional. Ellas son: el desapego, claridad, confianza y aislamiento, aunque podría parecer un tema que ya se domina no siempre se le da el enfoque adecuado y es justamente donde vienen las complicaciones al no abordarlas de manera adecuada.

¿Qué pasa si pierdes? 

El desapego más allá de una afirmación para no estar pendiente de los resultados, viene dado por el hecho de estar jugando con dinero que no necesitamos para el día a día. Si perder dinero en las mesas implica un problema fuera de ellas hay que buscar resolver dichos problemas antes de plantearse ser jugador profesional de poker.

Confirma la estrategia 

Tener claridad de cada decisión que se toma y el argumento que lleva a ella, realizar una acción sin un fundamento es como construir algo sobre un terreno que no es sólido. Se dice que en el poker ante la duda la mejor decisión es el fold, pero hay que ir más allá y una vez que se ha terminado la sesión pasar al estudio o simulación de dicha acción para llegar a comprender cúal podría ser la mejor jugada.

Sigue el plan

Una vez que se ha hecho la preparación adecuada, se ha estudiado y comprendido la mayor cantidad de situaciones posibles es momento de tener la confianza en la estrategia. Es más que sabido que en el poker a pesar de que un jugador sea bueno no siempre ganará, tanto la varianza como otros factores afectarán los resultados así que aprende a controlar la ansiedad de querer hacer cosas distintas buscando resultados a corto plazo. 

Desconéctate del entorno

El aislamiento es necesario para estimular la mente y llegar a un estado de concentración prolongado. Al día se reciben millones de impulsos sensoriales que viajan al cerebro y producen emociones. Ver la foto de los amigos en Instagram o escuchar la canción que recuerda el verano pueden provocar reacciones positivas o negativas que afecten la toma de decisiones que solo deben estar basada en la información del juego.