El poker ha sido catalogado de muchas maneras a lo largo de su existencia. Tuvo un comienzo oscuro en el que se lo veía como un juego de tabernas y matones en el Viejo Oeste, posteriormente ha sido tachado de azar situándolo entre las maquinas tragamonedas y la ruleta en los casinos. Recientemente se ha creado la discusión para muchos que lo ven como un deporte mental, comparándolo con el ajedrez y queriendo, incluso, añadirlo cómo categoría en los Juegos Olímpicos.

Lo cierto es que a lo largo de estos años han habido personas que han adoptado el poker como profesión y trabajo pero… ¿qué tipo de trabajo? Para muchos es visto como un negocio como cualquier otro al que debes dedicarle 8 horas al día, tener un rutina laboral con retiros a fin de mes al igual que cualquier empleado.

Por otro lado, otros lo miran como una inversión donde hay que estudiar el mercado y cada jugada se asemeja a una acción en bolsa donde no importa que se haga el mejor movimiento. Aun así, se puede perder.

Algunos jugadores como Vanessa Selbst  se ha aventurado en el mundo de las inversiones al considerar que tras una larga incursión en el poker pueden tomar decisiones de mercado dejando los sentimientos a un lado y entendiendo los riesgos que corren tras cada apuesta o cada movimiento como traders. También el mundo de poker se asemeja al de las inversiones al encontrar «tiburones» en el primero y «toros» en el segundo que dominan las mesas y el mercado

Otros, sin embargo, son mas conservadores y aseguran que la gestión de una buena carrera puede otorgar una seguridad y estabilidad parecida a la de cualquier otro negocio. Al igual que quien busca crear una empresa, tiene que haber un plan de negocio y un capital inicial de arranque, que con esfuerzo y dedicación se puede sacar adelante.

Bien sea que el poker se vea visto como inversión, negocio o empleo de oficina tiene muchos factores comunes que lo unen. Tampoco es casualidad que muchos coachs tengan entre sus alumnos tanto a jugadores de poker, empresarios o inversionistas para asesorarlos a nivel mental acerca de cómo afrontar las malas rachas, tratar con malos clientes o soportar una caída del mercado. Así pues el jugador de poker hoy en día debe estar pendiente de su entorno y estar actualizado del mercado para encontrar las mejores oportunidades de escalar sus ganancias con las cartas.