La idea de esta regla fue popularizada por Bill Gates y adoptaba por otros multimillonarios que aseguran haber logrado el éxito en sus negocios gracias a ella. ¿Imaginas aplicarla al poker?

La llamada regla de las 10 mil horas está basada en la investigación del psicólogo Anders Ericsson  y también ha sido utilizada por personalidades como Elon Musk , Warren Buffett  y Mark Zuckerberg . Se basa en usar la constancia para lograr dominar cualquier habilidad.

La investigación se realizó en un grupo de alumnos de música y determinó que el motivo para que algunos lograran sobresalir mientras que otros se quedaban en la mediocridad era un esfuerzo continuo. A mayor horas dedicadas, mayor excelencia. Aunque ciertamente el talento también es importante, el solo hecho de poseerlo no lleva a ningún lado a largo plazo.

Lamentablemente, en el poker la idea del esfuerzo persistente no aparece sino hasta mucho tiempo después de que se conoce el juego. Se podría afirmar casi de manera irrefutable que todos aquellas personas que se acercan a este juego de cartas por primera vez piensas que es un camino fácil y que los millones en ganancias están a la vuelta de la esquina. No es así.

Algunos, como el coach español Rodrigo Lithany Río , también han mencionado la importancia del esfuerzo diario en las mesas de poker para lograr buenos resultados. Aunque para muchos podría parecer cuestión de suerte, se dice que aquél que trabaja y busca una mejora casi diaria en una determinada área es más propenso a estar en el lugar indicado cuando esa llamada suerte aparezca.

Aquellos que han decidido emprender un camino en el mundo del poker saben que el largo plazo y estudio constante son las claves del éxito. Sentarse en una mesa de cash y levantarse con grandes ganancias de un día o inscribirse en un torneo y salir campeón no son factores para determinar la habilidad de un jugador, el gran reto es poder mantener la hazaña en un tiempo prolongado. 

La regla de las 10 mil horas aplicadas al poker no se debe interpretar de manera errada. Si bien se dice que la práctica hace al maestro, el estudio fuera de las mesas es tan importante como las horas de juego. Por último, para ser un jugador profesional se deben sacrificar muchas cosas. Por ejemplo, los grandes jugadores de torneos dejan de salir de fiesta con los amigos el sábado por la noche para afrontar de una manera fresca el domingo, día mayor actividad para estos jugadores.

Si aún quedan dudas de la importancia de la regla, escucha esta entrevista de Gates en 2010 donde enfatizó que si bien es importante tener suerte en algunos casos, es necesario ser un fanático y casi obsesionarse para poder triunfar.