Llegar a la tan anhelada libertad financiera y de tiempo que se persigue en el poker no es el único factor presente sino que también hay aspectos negativos a los que los jugadores se enfrentan diariamente y pocos reconocen.

Como si se tratara de una «relación tóxica», estar enamorado ciegamente de este juego hace parecer al profesional como una especie rara por un lado y por el otro a tener que librar batallas internas y externas para tratar de aceptar y que se acepten las llamadas realidades del poker.

Prejuicios

Sin duda ésta lidera la lista que cosas que no gustan del poker. La gran mayoría de jugadores se ha tenido que enfrentar a las miradas incrédulas y cuestionamientos de padres, esposas y familiares acerca de la decisión de dedicarse a las cartas, incluso abandonando estudios y trabajos.

Tanto es así que muchos jugadores profesionales han confesado que mienten ante la pregunta «¿A qué te dedicas?» inventando en ocasiones oficios tan complejos que no den espacios a preguntas.

Faltas de marcos regulatorios y leyes

Sentarse en una mesa tanto en vivo u online por lo general es navegar en aguas turbias. El jugador, en el mejor de casos, puede sentirse dichoso de estar en un lugar donde los casinos y salas en línea sean legales.

En el otro extremo están los países que tienen catalogada la actividad como ilegal o que el desconocimiento es tal que tienen leyes de impuestos que no corresponden. Las fluctuaciones monetarias son tan grande que muchos jugadores se quejan de los impuestos que deben pagar sobre ganancias sin poder descontar reentradas, buy-ins y cajas perdidas.

Dificultad para generar un balance general

Este es otro de los puntos que más polémica genera. La típica frase «puede que juegues como Dios pero no ganar» es reflejo de lo difícil que es determinar las ganancias que se pueden llegar a tener.

Durante años se ha pensado en trabajos con salarios a fin de mes o quincenalmente y eso ha llevado a pensar que el poker es igual. Los foros de Internet están llenos de preguntas sobre cuánto se puede llegar a ganar al mes, a lo que muchos profesionales han contestado que incluso llegan a realizar presupuestos trimestrales, semestrales o anuales para tener mayor precisión en ese sentido y eliminar la varianza que puede existir mes con mes.

Varianza

La varianza es tan necesaria en el poker como las cartas para jugar. Existen jugadores que luego de años de dedicación aún no aceptan que este elemento estará presente siempre, para bien o para mal. Mucho más difícil y más camino por recorrer tienen principiantes que se creen los mejores después de haber ganado un gran torneo o haber tenido una semana de éxito en el cash.

Al igual que la fama de una creciente estrella de rock (o reggaetón en estos tiempos), si no se tienen los pies sobre la tierra y no se aprende a administrar los logros tanto monetariamente como a nivel mental, la carrera como profesional será corta.