Parte fundamental del mental game es la correcta gestión emocional en las mesas, sin embargo existe una dualidad en ese sentido que todo profesional de poker debe aprender a equilibrar.

El tilt, enojo o desquiciamiento es el enemigo número uno de cualquier jugador, es por ello que muchos libros y coaches mentales dedican innumerables horas y páginas para trabajar las emociones y lograr separarlas a la hora de tomar una determinada decisión. También existen otros especialistas que aseguran que debe haber un punto intermedio en el que el elemento humano, y no solo racional, debe hacerse presente en una sesión o torneo.

Ciertamente pagar de más o ir all-in después de sufrir un bad beat para intentar recuperarse o buscar venganza no es la movida correcta, pero tener la excitación de ver esa carta en el turn o river que da la jugada ganadora es un elemento importante que no se debería buscar de controlar en una partida y es justo donde entra la mencionada paradoja.

Al igual que un artista o atleta confiesa sentir una serie de emociones antes de subir al escenario o salir a la cancha, el jugador debe permitirse sentir lo mismo cada vez que gana un gran bote, elimina a un rival o entra en ITM, de lo contrario el poker podría convertirse en una actividad aburrida y los profesionales pasarían a ser unos meros robots ejecutantes.

Aunque existen distintas motivaciones para dedicarse al poker, el valor principal que tiene este juego es ganar dinero, es emocionante cada vez que ocurre y no se puede reprimir esa sensación o cualquier otra acción que acerque a dicha meta.

Perder la alegría al ganar una mano puede derivar en perder también la motivación al seguir jugando y mejorando. Es importante que en el largo camino para tener un correcto mental game se separen lo que podrían ser las emociones buenas de las malas.

Los autores Ian Taylor y Matthew Hilger, en uno de los últimos capítulos de su libro «La mentalidad del jugador de poker», escriben un pensamiento que podría servir como consejo para este apartado, afirmando que «se deben eliminar todas las emociones solo de la decisiones y recuerde, el poker es solo un juego».