Inicio > Bruno Filipe: «En el poker no me siento en desventaja»

Si hay algo de lo que no podemos dudar es de lo inclusivo que es el poker. A este deporte mental, no le importa las capacidades motrices que tengas o si eres mujer u hombre. Solamente basta con que puedas pagar tu entrada para comenzar a batirte con los diferentes jugadores que están en una mesa.

Tal es el caso de Bruno Filipe Flag of Brasil, quien hace poco más de 7 años sufrió un accidente y, lamentablemente, quedó tetrapléjico. Cuando la vida se le comenzaba a hacer cuesta arriba, en el poker encontró esa solución: «Es en una de las pocas cosas en las que no me siento en desventaja», sostiene el jugador de 27 años.

Si bien no le funcionan sus brazos, ni sus piernas, este brasileño se mueve en una silla de ruedas que viene con un control en uno de sus apoya brazos. Para tomar las cartas y las fichas, en tanto, se ayuda en un acompañante: su mamá lo sigue a todos los torneos en los que Bruno decide participar. Pero, ¡ojo! Él es el que decide qué hacer en cada situación de juego.

Para que así sea, todo tiene que estar adaptado. Hay veces en que los hoteles tienen buenos torneos, con gran desarrollo; sin embargo, no cuentan con la infraestructura adecuada para hacer más amena la estadía a aquellas personas que tienen movilidad reducida: “Uno cuando está en sillas de ruedas, o si tiene una deficiencia, debe saber que puede tener problemas. Entonces, hay que estar preparado”, explica Bruno.

Éste problema se intensifica cuando lo que no están aptos son los paños: “Lo más complicado es cuando las mesas no están adaptadas para los participantes con sillas de ruedas. Hay algunas que tienen una madera debajo que bloquean mi entrada y no puedo jugar cómodo. De esa manera es muy difícil poder jugar bien. A veces tengo que estar cruzado, y me pierdo la acción de los jugadores que no alcanzo a ver, por estar sentado de esa forma. Así es todo más dificultoso, porque pierdo mucha información y me cuesta ver cada vez que hay un showdown”, se queja – con absoluta razón- Filipinho.

Lo que realmente quieren tanto Bruno como su mamá Cinara, su gran bastión, es: “Que la organización abra los ojos. Si adaptan las mesas de poker para los jugadores con silla de ruedas, no hay más nada para hablar, pero hay torneos en que esto no sucede, y a mí me perjudica”. Además, agrega: “Me gustaría que la infraestructura de los hoteles y los casinos estén acorde para las personas con movilidad reducida. Si eso no pasa, me resulta imposible que pueda jugar”.

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