INFORME
Nicolás Pachelo: del poker a culpable en el caso García Belsunce
Habitual hace años del circuito pokeril, fue encontrado responsable del asesinato de la socióloga en el 2002. Aquí, una reseña del hecho y más.
Del otro lado del dispositivo electrónico estaba él. No había pasado mucho tiempo desde que se había coronado como el nuevo campeón argentino de poker y las felicitaciones le llegaban de todos lados. En ese momento, Marcelo Belleri estaba celebrando en la tranquilidad que le da estar en familia, esas personas de las que no se olvida a la hora de agradecer el apoyo y compartir con sus amigos de Facebook la «alegría inmensa» que siente.
Sin embargo, este título no le despega los pies de la tierra y no se olvida que el poker, para él, es una simple diversión: «Esto no es el comienzo de nada, juego por placer y para divertirme. Realmente lo disfruto mucho. Siempre trato de mejorar. Sólo eso».
Tampoco el trofeo, que de seguro atesora junto con sus recuerdos que le dejó su época de futbolista, hace que no tenga presente que, cuando el torneo estaba con tres jugadores, tuvo que remar de atrás. Pero las competiciones son así, uno solamente frena cuando realmente está vencido.
«Zafé cuando tenía que zafar. Una vez que me recuperé esperé para golpear», analiza el ex mediocampista derecho que, más allá de haber iniciado el heads-up en desventaja, tomó una postura muy agresiva para neutralizar al líder González, que venía teniendo una gran mesa final: «Impuse mi juego de una», reconoce.
Y eso se notó muy rápidamente. En tan sólo una hora, dio vuelta la historia y de estar abajo pasó a quedar 4 a 1 en fichas. Aunque lo mejor de este título fue la manera en que lo cerró: «Fue terrible haber terminado el torneo así», acepta.
Así como alguna vez soñó jugar en Italia y en España , Belleri también añoró poder ser el campeón nacional de esta disciplina. Y hoy celebra por lo que consiguió como futbolista y lo que está consiguiendo como jugador de poker. Recreativo -él lo deja muy en claro-, pero campeón al fin.