Ser el Jugador del Año es un título que representa un gran logro o, en su defecto, una enorme regularidad. Para quien se quedó con este reconocimiento en el Circuito Argentino de Poker 2017, viene por partida doble: Franco Spitale abrió y cerró la temporada coronándose en los dos torneos más masivos, algo realmente épico.

«Ser el Jugador del Año es una satisfacción y está bueno que el esfuerzo que uno hace por mejorar y dar todo por el todo, venga con estos éxitos que se sienten muy bien», comentó el POY argentino del 2017.

Spitale junto a Dr. Katz, quien lo asistió médicamente en la definición de Rosario

Como aclara en la misma charla, que pueden revisar completa en la portada de esta publicación, Spitale es un amante del poker online, pero en los últimos dos años comenzó a dedicarle una buena porción de su labor a los torneos en vivo: jugó todo el CAP, excepto en Santa Rosa, y casi toda la Master Cup, además de otros encuentros como el SHR de Iguazú y grandes paradas en Punta del Este.

El año estuvo cargado de emociones: por un lado los títulos en el CAP Buenos Aires, donde se tomó revancha del segundo puesto en 2016, y también el CAP Gran Final de Rosario. Pero tras ganar el primero fue víctima de un intento de asalto y en el segundo casi tuvo que abandonar el heads-up: «Salí del hospital unos días antes (había sufrido un neumotórax mientras jugaba el 25k High Roller Aniversario) y los doctores me recomendaron no ir, pero ya lo tenía en la cabeza», comenta el obstinado RojoRulez, como se hizo famoso en los paños virtuales.

«Físicamente estaba muy deteriorado, había llegado con lo justo, pero tuve la fuerza de voluntad y la suerte necesarias para alcanzar el éxito. Uno tiene que pensar en lo inmediato, pensar únicamente en la mano en juego y el resto llega solo, paso a paso».

Pareciera que el circuito local le queda chico a este grinder que suma más de dos millones de dólares en cobros online. Pero eso, al mismo tiempo, convierte su participación en algo totalmente rentable. Al respecto opina suavemente: «Siento que al nivel local, pese a que tiene muchos regulares, le falta mucho por crecer. De todas maneras, si el cuerpo me deja voy a ir a todas las fechas del CAP 2018».

Al final queda claro que apuntará alto y buscará nuevos rumbos y rivales con los cuales medirse. Todavía tiene pendiente, por ejemplo, jugar el Main Event de la WSOP, al cual no pudo ir el año pasado, pese a tener todo pago, por otro problema de salud. A corto plazo ya tiene en su mente la posibilidad de ir, en abril, a los partypoker MILLIONS de Barcelona o Canadá .

Mientras tanto, Franco está en si ciudad natal, Mar del Plata, donde se encuentra la oficina gamer que comparte con otros colegas y desde donde encarará la próxima TCOOP y otras series online, pero donde también, y principalmente, lo espera su hija. Ella es su principal motivación y, como le comentó a CodigoPoker en otro artículo reciente, «la que despierta en uno la necesidad de ser mejor en todo».