Hay jugadores que tienen un torneo de ensueño y meten el pinchazo de su vida. Otros, en tanto, van construyendo su banca a medida que van transcurriendo los torneos. No quedan dudas de que Leo Lisi pertenece al segundo grupo: de las once Master Cup que jugó, pudo entrar en el dinero en diez oportunidades. Entre estos cobros hay dos mesas finales: en una terminó en el octavo puesto, mientras que el año pasado finalizó en tercer lugar. La única que vez que no rascó nada del prizepool fue en la fecha 5 del 2016, cuando Martín Urrutia se quedó con el trofeo.

Leo, siempre con una sonrisa

«A lo mejor es porque me quieren ver en Buenos Aires seguido, por eso puede ser que me dejen ganar», bromea el tandilense. Aunque luego habla más en serio: «Desde el año pasado a éste he mejorado muchísimo en cuanto al estudio. Estoy muy focalizado y ando tranquilo«, confiesa. «Ahora sé que hago las cosas por un motivo. Intento no ser tan predecible y no equivocarme. La suerte también influyó un poquito en algunas circunstancias. Pero lo cierto es que es un torneo que me sienta muy bien. Será cuestión de tiempo. Ojalá que pueda seguir cobrando hasta que tenga 150 años», expresa mientras suelta una nueva e inconfundible risa.

El motivo por el que este jugador que surgió de la tierra de Juan Martín Del Potro -y de los salamines más ricos del país- no pare de meter –al menos en Buenos Aires, claro está– se encuentra en las horas a las que le dedica a la corrección y al estudio: «Revivo mucho los torneos que juego y miro muchas manos con los chicos, que a mi consideración son buenos. En algunos me faltó llegar con más holgura, pero creo que estoy acostumbrado a jugar como shortstack. Tal vez deba cambiar algo desde ahí, pero no mucho porque así me va bien. Aunque creo que estando corto, le saco mucha ventaja a todos, más que nada por el tiempo que vengo jugando de esa manera», asegura Lisi.

El año pasado estuvo en la WSOP en Las Vegas

De todos modos, a Leo no lo desvive poder alzarse con el trofeo de la Master Cup sino que a él lo desvela otro asunto: «Mi sueño es poder ser el campeón del año», afirma quien finalizó quinto en el ranking 2016. «No creo que cualquiera pueda ganar un torneo, pero sí que podés llegar a tener bastante suerte en algunos días y se te da. En cambio con el ranking es diferente. Sé que es difícil por la cantidad de jugadores y que es muy complicado poder ganar una Master. Ya desde el año pasado que estoy ahí peleando y eso me pone muy contento”.

Lisi es un exfutbolista que supo vestir las camisetas de su amado Gimnasia de Tandil, Independiente y Ramón Santamarina de la misma localidad y también de Unión y de Alvarado de Mar del Plata, pero que se vio forzado a retirarse por una lesión en la cadera. Por eso cuenta cómo siente el poker y qué parecido que le ve con su otra pasión: «Yo no juego al poker por plata», dice quien se desempeñaba como volante central. «Muchas veces no sé cómo van los saltos de premios ni cuánto se lleva el que se va en tal posición. Siempre juego para ganar y buscar los lugares más altos en los torneos. No me tiembla el pulso por jugar por un torneo de determinado buy-in, a mí lo que me interesa es ganar. Así como cuando jugaba al fútbol».