INFORME
Nicolás Pachelo: del poker a culpable en el caso García Belsunce
Habitual hace años del circuito pokeril, fue encontrado responsable del asesinato de la socióloga en el 2002. Aquí, una reseña del hecho y más.
La calma en estos tiempos de pandemia es como el agua en el desierto. Hay mucho nerviosismo general que va en aumento, por lo que aclarar un poco el panorama de cara a los próximos días es un aliciente. Sobre todo para los trabajadores de los juegos de azar de la Argentina , que desde hace dos meses no prestan servicio, y para muchos es una incógnita saber cuándo habrá una nueva normalidad.
Para intentar poner paños fríos en el asunto y conocer cómo están los repartidores en épocas en que no hay torneos en el país, Nicolás Sánchez , quien está a cargo de la delegación del Casino Buenos Aires de ALEARA, gremio de los trabajadores de los juegos de azar, dialogó con CodigoPoker.
«Actualmente los trabajadores están en sus casas respetando la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno Nacional. De todas maneras, hay una preocupación general, tanto de los trabajadores como de los casinos, porque no se abre desde el 16 de marzo. Es desesperante no saber cuándo todo volverá a la normalidad. Pero es lo que nos toca», afirmó el también integrante de la comisión directiva del gremio.
-Fundamentalmente el salario. Por gestión de Ariel Fassione, Secretario General de ALEARA, hubo un acuerdo con las empresas y se les está pagando un 75% de su sueldo, al menos por abril y mayo, aunque también hay una ayuda del Estado Nacional. Después pasa por saber qué sucederá una vez que termine este mes. Sin embargo, en el gremio ya estamos abordando esta problemática y esperamos mantener el porcentaje salarial acordado. Las negociaciones ya se están haciendo con las empresas grandes y chicas de toda la Argentina.
-Los casinos muestran una lógica intranquilidad porque hace más de dos meses que no operan. A pesar de que se espera que sean las últimas actividades en abrir, las empresas están trabajando para retomar la actividad con todos los cuidados posibles y en todos los protocolos a seguir, pero después es todo incertidumbre: nadie sabe cuándo habrá que volver y de qué manera. Creo que el gobierno también deberá seguir ayudando, porque es cierto que, si no recaudan, no van a poder pagar».