Como si nada hubiese pasado. Así como si ese turn no hubiese terminado con las ilusiones de este argentino, Ezequiel Waigel  muestra una cara de satisfacción total. Esta World Series Of Poker Brasil  tuvo un sabor particular para este jugador que reside en Bahía Blanca.

Waigel se impuso en el Evento #25, y todos los brasileños lo miraron desde abajo. A los festejos se sumaron Betbesé y Chacra.

“La verdad es que no me puedo quejar”, afirma quien juega con el nick «ThepastorAKid” en partypoker. “Fue una semana en la que vine a buscar esto, y «esto» -sostiene mientras señala con el dedo a su trofeo de tercer puesto, y al anillo que consiguió en el Evento #25- vino todo junto. Estoy super contento”.

No es para menos. Hay quienes se van hechos cuando logran meter algún torneo de la serie, pero Ezequiel tuvo ese hambre que caracteriza a los que piensan en grande, y  así le fue: dos mesas finales, con la consagración en el Freezeout DeepStack No Breaks, y luego la tercera colocación en el Evento Principal. Solamente porque el azar quiso… De no haber sido por un badbaeat en el 3-handed estaríamos hablando de, quizá, un segundo título para él.

Acerca de su participación en el plato fuerte de este serial verdeamarelo, este profesional de 25 años analizó: “Desde un primer momento me adapté al juego que tenían ellos. Es muy complicado bluffearles. Es como agarrar un billete y prenderlo fuego en tu mano. Busqué la mayoría de los spots por valor. Esperé, y se fue dando todo. Lo mismo con el día 2 y día 3. Todo muy de a poco”.

Luego continuó con los momentos en que se sintió que podía estar en la mesa final: “Cuando quedaban 15 jugadores, tenía un stack considerable como para encararla. Intenté presionar, y contra los que no se podía bluffear, esperar la situación adecuada. Se notaba que algunos no te soltaban una mano, y que a pocos les pesaba esa instancia”.

¿En tilt? No parece…

Si quedaba algo más por destacarse, Ezequiel también lo consiguió en esta parada de la WSOP Circuits Events: en etapa de burbuja, fue suspendido por curiosear lo que sucedía en otra de las mesas; algo que los directores interpretan como una sanción, pero en pocos casos lo toman como tal. En esta oportunidad, sucedió todo lo contrario: “Me enojé un poco, porque esas cosas, por lo general, no pasan. Cuando caí en la cuenta que me querían dejar por dos manos afuera, intenté hablarle con mi portugués, que es bastante precario, como solucionan esos temas en otros torneos, pero cero razón, y siguió manteniendo firme su decisión”.

Fue una mancha que no opacó su gran torneo. Como él mismo dice, no se puede quejar…