Alternando entre sus dos pasiones. Así vive Marcelo Belleri : ex futbolista, actual DT de las inferiores de Independiente y jugador de poker. La historia con la baraja francesa inició cuando estaba en Carboneras, equipo del ascenso español. En las concentraciones, sus compañeros se reunían para jugar. Una vez que volvió al país, intentó perfeccionar su juego y muy lentamente se fue metiendo en el ambiente pokeril.

Belleri, ganador de un Maratón Experience

Si bien Belleri deja en claro que su prioridad es la de poder crecer como DT, no tiene tan relegado al poker: «Mi objetivo es mejorar», cuenta. «Como hice como jugador y hago ahora como técnico, quiero dar el 100%. Soy jugador recreacional, pero trato de alcanzar el mejor nivel», explica.

Belleri debutó en el 2002 como volante en Estudiantes de Caseros. En Europa jugó en el Cascina y Pontevedra, de Italia , y también pasó por el Ciudad Santiago y Carboneras, de España . Ya en su regreso a la Argentina supo deleitar en Fénix y Acassuso, en el Ascenso. Así en el verde césped como en el verde paño, siente el poker como si estuviera en cualquier cancha de fútbol.

«Cuando te metés en el poker, conocés y te das cuenta cómo se vive… Al que le gusta el fútbol, casi seguro que también le va a gustar este deporte mental», compara. «La competencia en este sentido es muy parecida. El argentino siempre quiere ganar, y acá estás luchando con 9 tipos al mismo tiempo. A su vez, tenés otros jugadores en diferentes mesas que quieren lo que vos tenés. Uno siempre quiere mostrar su fortaleza en lo que hace, y en este caso, hay mucho de la personalidad de los jugadores».

Aunque no se quedó con eso, y así como pudo hacer un paralelo entre estas dos disciplinas, también hizo mella en la parte más exclusiva del juego con cartas: «En el fútbol, por más que uno trabaje y se entrene mucho, se tiene un techo por el nivel. Eso es algo normal. Una cuestión futbolística de cada uno. En el caso de poker creo que con horas de juego y estudio, se puede llegar a niveles altísimos. Si alcanzás una constancia en lo que es el trabajo e ir corrigiendo las manos para tener cada vez menos errores, se logra tocar un nivel de juego alto, que eso en el fútbol es difícil. Obviamente que hay cracks y animales, pero se empareja mucho con la dedicación».

Su nuevo rol: DT del Rojo en Inferiores

A la hora de definirse como grinder, Marcelo destacó que tomó algunas cosas del deporte de la redonda y que se siente «un ganador» antes de ubicarse en una mesa de los torneos que disputa cuando la Octava y la Novena de Independiente, donde dirige en la Liga Metropolitana, lo dejan. «Cuando juego me siento muy bien, más allá de que me pongas al mejor del mundo y de la diferencia que pueda haber. Nunca le voy a temer a esas cosas. Me considero bastante suelto y me adapto a la mesa que me va tocando», asegura quien hace poco más de un año se quedó con un Maratón Experience de Madero Poker.

Por otro lado, habló de lo que son las concentraciones previas a los cotejos. En estos tiempos se ven más futbolistas que cambian el tradicional y bien argento truco por el juego de la picardía y las fichas. «Los últimos 4 años estuve en Acassuso, y ahí había ya un grupo formado de diez jugadores que ya andaban con el poker. Cuando fuimos a Santa Teresita a hacer la pretemporada, también jugábamos. El utilero que formaba parte de ese grupo hizo una especie de mesa con algunas maderas y la usábamos en el micro. Así que el juego está más que metido».

Con el «apoyo incondicional» de sus padres, hermana, mujer e hija, este porteño intentará hacerse un hueco, así como entre los mediocampistas rivales, para jugar en lo que será el cierre de agenda para muchos, y lo que podría ser su mejor partido: la tan ansiada final del Circuito Argentino de Poker, en noviembre.