El sector de los casinos en el Estado de México ha sido uno de los más afectados en todo el país pero un nuevo cambio de semáforo está haciendo que la actividad vuelva a retomar, poco a poco, la normalidad.

Con 16.99 millones de habitantes, la entidad ha reportado altos índices de contagios llevando a las autoridades a mantener el semáforo epidemiológico en rojo por más de un año, lo que ha provocado que las actividades de entretenimiento como las casas de apuestas y salas de juego se mantengan cerradas desde entonces. Solo hace un mes, se permitió la reapertura de los casinos con un 20% de su capacidad, ahora se ha aumentado al 40% y con 4 horas más de permiso.

Aunque sigue siendo la segunda entidad con mayores restricciones en todo el país, esta nueva medida permitirá que la industria de azar recupere al menos 4 mil empleos directos solo en este estado. Baja California Sur es el estado con el peor panorama para los casinos con un cierre casi completo.

Con un total de 28 salas de juego en todo el estado, el sector brindaba, hasta antes de la pandemia del COVID-19, 8 mil empleos directos y 20 mil indirectos. En un principio solo se les permitió operar a mucho menos de la mitad de capacidad y con un horario hasta las 8 de la noche, pero ahora podrán recibir casi a la mitad del aforo total permitido y hasta las 12 de la noche, lo que habilita un nuevo turno de empleados.

«Cuando nos autorizaron el 20% de aforo recuperamos el 30% de los empleos, ahora con el aumento al 40% tendremos la mitad de los empleos», comentó Miguel Ángel Ochoa , representante de casinos y entretenimiento del estado a un medio local.

Actualmente los casinos ubicados en el Estado de México tienen ingresos mensuales de entre 120 y 150 millones pesos, con la ampliación del aforo esperan llegar a los 200 o 250 millones que, descontando los gastos e impuestos que deben pagar, les deja una utilidad entre el 6% y 7% según lo mencionado por Ochoa.