Aunque no se ve a primera vista, los casinos en México , y en todo el mundo, han tenido que invertir muchos recursos para poder brindar la mayor seguridad posible en materia de higiene y salud para proteger tanto a empleados como a los clientes.

Para los casinos del país la tarea no ha sido fácil, además del gasto que supone lograr cumplir con las normas gubernamentales para la reapertura, han sido de los últimos en tener el banderazo de salida para volver a las operaciones, en muchos casos, teniendo que cerrar a las pocas semanas por un aumento de casos en los estados donde se encuentran.

Desde CodigoPoker tuvimos la oportunidad de conversar con una de las cadenas de casinos más importantes que operan en el país para conocer, desde adentro, el reto que ha supuesto hacer frente al COVID-19 para esta creciente industria de entretenimiento.  

Al hablar de gastos en inversión es muy importante no solo pensar en los económicos, sino también de tiempo, recurso humano, planificación y espacio que se ha necesitado destinar a este fin y que no necesariamente tendrán un retorno de recuperación o ganancia directa.

Para hablar de números, un solo casino puede estar gastando más de MXN1,000,000 (US$47,500) para abastecerse solo de productos de higiene tales como gel, químicos, cubrebobas, caretas, guantes, etc para desinfectar constantemente sus áreas de juego. Ese no es un monto único, ya que solo representa el inventario para 90 días por establecimientos, es decir, hay que multiplicar el mismo gasto por cada local únicamente en 3 meses.

El acondicionamiento de las mesas con láminas acrílicas o escudos protectores puede llegar a costar entre MXN7,000 y MXN12,000 (US$330 – US$570), eso si es comprado a proveedores locales, si se decide importar el costo sería más elevado. Las máquinas sanitizadoras con tecnología y luz ultravioleta tienen un costo cercano a MXN105,100 (US$5,000). Todo estos precios son unitarios para una sola mesa.

Hasta aquí se ha hablado del tema económico directo, pero además, dependiendo del tamaño y dinámica de la empresa, hay un trabajo de escritorio que es importante destacar. Para realizar cualquier compra de insumos, los proveedores deben pasar un proceso de licitación, ingreso al sistema, contratación, etc.

Por otra parte, el mobiliario de un casino debe ser modificado para brindar el espacio necesario que se adapte a la «nueva normalidad» y aforo limitado, es por ello que muchas mesas y máquinas no solo son desconectadas sino que también deben ser removidas y almacenadas, por lo que se pueden sumar gastos de traslados y renta de espacio para guardar dicho equipo.

Las áreas de bebidas y alimentos también han tenido que ser modificadas, comprando utensilios desechables que sustituyan el inventario de cubiertos con los que se entrega la comida a los clientes.

La puesta en marcha de todas estas modificaciones no se realiza por si sola, sino que además, tiene un gasto de capacitación y adiestramiento asociado para que los empleados aprendan a utilizar y limpiar de forma correcta todos los espacios del casino.

Por último y muy importante, los casinos solo están percibiendo entre el 30% y 40% de sus ingresos habituales, además la implementación de todo lo antes mencionado ha supuesto un incremento cercano al 5% mensual en gastos operativos. 

La industria ha realizado proyecciones que muestran que la recuperación económica puede tardar 12 meses para volver a los niveles de ganancias anteriores a la pandemia, todo esto, ante un escenario positivo donde se vayan levantando las restricciones de aforo y que no exista una nueva ola de contagios. También, como en muchos otros ramos, pequeñas empresas pueden suspender por completo sus actividades de forma definitiva ante la imposibilidad de hacer frente a esta situación prolongada.