Sólo hay una definición para Kerry Packer  en el mundo de las apuestas: es la ballena más grande que jamás haya entrado a un casino de Las Vegas .

Amante del Baccarat, la ruleta y el Black Jack, marcó una era y entre sus historias se cuenta que fue capaz de quebrar dos casinos a punta de apuestas millonarias.

En la jerga «gambler», una ballena es un jugador que tiene mucho dinero y que apuesta fuerte.

Eso sucedió entre 1988 y 1990 en Las Vegas. El sueño de todo gambler frustado por la «casa» le tocó a un casino que se llamó Nuevo México. La parte principal la hizo jugando Baccarat con las apuestas máximas, luego unos pocos golpes de ruleta fueron suficientes para agotar la banca de su «rival». Un golpe por casi 15 millones de dólares que dejó KO y en la quiebra a esa empresa.

Dos años después, el Aspinalls Casino corrió la misma suerte. Aquí necesitó más sesiones en diferentes días, pero el resultado fue el mismo: una casa de apuestas quebrada por pagarle casi 20 millones de dólares.

Una ballena impresionante que también puso en jaque al MGM Grand, en donde ganó US$33M. Este último se salvó de tener el mismo final de los anteriores gracias a su billetera más holgada.

Se necesitaban fondos ilimitados para hacer frente a semejante jugador y en muchos casinos, más de una vez, rechazaron apuestas del australiano. Mucho riesgo, decían.

Eso sí, no todo es color de rosa, también es conocido que Packer que ha perdido millones en solo una sesión. Sus más reconocidas fueron una en el casino de Londres, donde así como si nada dejó US$15M en la ruleta y otros US$35M en el poker de mesa.

Fue tal la pasión de este hombre por el mundo del gambler que construyó su propio casino en Melbourne , el Crown Casino, el mismo que desde hace 20 años alberga al destacado circuito de poker Aussie Millions.

El multimillonario Kerry Packer murió en el 2005 a los 68 años tras dejar un gran legado en la historia gambler a nivel mundial.