¿A quién no le gusta bluffear? Debe ser, por lejos, la parte más divertida del poker… cuando sale bien, claro. PokerStars creó una bonita infografía que demuestra que es lo que sucede dentro del minuto en que lanzaste tu farol y tu rival debe tomar la decisión de pagarte o no.

– 5 segundos: Boom! Estás jugado en un bluff enorme. Miras la pila de fichas al medio. ¿Realmente no puede ser así de fácil, no es cierto?

– 20 segundos: Los neuroreceptores en tu cerebro van en sobremarcha. Toda la mesa te está mirando. Solo se cool, como Fonz.

– 30 segundos: Tu percepción auditiva se agudiza, puedes escuchar la sangre bombeando en tus oídos. ¡Ay dios! Se ha dado cuenta que estás bluffeando. Tu nariz empieza a picar. No te rasques, no te rasques.

– 40 segundos: Tu oponente pide por un conteo. Los segundos parecen años. Todavía no ha tomado una decisión. Te escuchas a vos mismo pidiendo por un fold. Fold, fold, fold…

– 50 segundos: Sus ojos se achican tratando de descubrir si estás en bluff. Empiezas a respirar más lento y te empiezas a dar cuenta de tu presión sanguínea.

– 60 segundos: Él levanta una mano. El tiempo se detiene. Tu tratas y encuentras una lectura a través de sus gafas. Lo quemaste. Fuiste demasiado lejos y te delataste.

– Pasados los 60 segundos: Termina foldeando. Tu vuelves al salón. El dealer empuja la pila de fichas hacia ti. Tu mano tiembla a medida que empiezas a apilar tus fichas. ¿Cuándo es el próximo break? De repente tienes una desesperada urgencia por ir al baño.

¿Qué opinas? ¿Así te sientes cuando pones tu vida en riesgo con la peor mano?