El bombazo de su vida, sin dudas, fue éste. Es que Diego Río se consagró este domingo campeón de la Gran Final Millonaria y se llevó más de 530 mil dólares después de haber tenido que lucharla de lo lindo: había empezado el último día como uno de los más cortos pero lo terminó remontando.

Y la alegría, claro está, fue acorde a semejante logro: con festejos, puños cerrados y algunos detalles dignos de remarcar. Porque según sus palabras, entonces, cuesta imaginarse cómo hizo para hilvanar semejante remontada hasta quedarse con el título…

«No tengo paciencia, las luces tan largas a mí me complican», asegura este argentino que, por haber estado jugando la mesa final, se perdió hasta el cumpleaños de su mujer… ¿Qué le habrá dicho ella? No te pierdas la entrevista que encabeza esta nota…