La organización de la WSOP-C México no para y tras terminar la edición 2019, su director, Marcelo Silva , hizo un balance general en diálogo con CodigoPoker y ya piensa en los nuevos retos que afrontar de cara a una nueva parada del circuito el año que entra.

Por un lado el uruguayo se mostró agradecido con todo el equipo que trabajó durante meses para llegar en tiempo y forma al día de la inauguración, aunque confesó que estaba muy nervioso, tanto que había preparado un discurso y dio otro. También tiene claro el reconocimiento hacia los jugadores, quienes fueron la pieza clave para poder establecer los números récord gracias a la participación masiva.

«Quiero hacer un agradecimiento enorme a los jugadores, ellos son los que lo hicieron posible, sin ellos la WSOP México hubiese sido un reciento vacío, la convocatoria fue grande».

«El poker seguirá creciendo y este evento atraerá a muchos más jugadores y otros más que se atreverán a hacer torneos a lo largo del año»

Silva sabía que tenía un gran reto desde el comienzo, la expectativa era muy grande y los precedentes del país no eran muy buenos, pero soñaba con cambiar la historia del poker en México. Durante mucho tiempo se habían preparado, estudiando los riesgos y creando planes para minimizarlos en caso de que se dieran. Afortunadamente las cosas salieron bien, con muchos aprendizajes sobre aspectos que mejorar y conscientes de que el reto será aún mayor.

«Ahora creamos una expectativa muy alta y la demanda del que viene será más fuerte, hay que planificar bien. El primer paso es elegir el lugar, la ciudad, el calendario, trabajar en eso y armarlo. Tenemos un avance importante pero hay que definir».

«Para planificar el 2020 tenemos un listado de cosas aprendidas, cosas que hicimos muy bien, otras regular y otras no tanto. Hay que aprender de los errores, corregirlos para el próximo año, crecer y volver más fuertes en el 2020».

Por último, el director de la WSOP-C México se va con muchos grandes momentos vividos en esta primera edición pero sin duda uno de sus objetivos personales era llegar a las cuatr cifras de asistencia en el Main Event, y haberlo conseguido representó el momento cumbre por el que tanto luchó y con el que soñaba.

«En la apertura estaba muy emocionado y nervioso, tenía un discurso y dije otro. Me emocione cuando se quebró el 795, estaba muy pendiente de ese número pero el momento más fuerte fue el 1.001 del Main Event, quería pasar la barrera de los 1.000».

«Estaba muy nervioso porque pasaron 45 minutos en el día 1D Turbo y teníamos 996 por un rato mientras el reloj del registro corría, pero al final fueron 1.016».