A Damián Salas le quedan unos días más para compartir con la familia en su Chascomús querido, aunque su cabeza hace rato va y viene a través de los 10.000 kilómetros que separar esa ciudad de Buenos Aires con Las Vegas , hacia donde el Tritu, que logró un histórico séptimo puesto en el Main Event 2017, partirá el domingo.

En exclusiva para CódigoPoker, el jugador argentino de poker más famoso contó cuáles son sus objetivos en una nueva excursión, qué hace para tratar de alcanzarlos, qué va a jugar… En fin, una entrevista 100% WSOP, 100% Salas.

-¿Qué planificaste?
-Este año voy a ir en dos veces. Esta vez quería ir más tiempo, pero 25 días seguidos allá es mucho porque extraño a mi familia. Así que planifiqué ir del 3 al 13 y del 25 de junio hasta el final. La idea es jugar todos los eventos que pueda de la Serie en No Limit Hold’em, ya que en el resto de las modalidades soy un queso, y si me queda algún hueco, los torneos más importantes de los otros casinos con buy-in de más de 1.500 pero menos de 10.000 dólares.

La mesa final en la que jugó el argentino.

-¿Cuál es tu objetivo?
-Me gustaría volver con un brazalete, sin dudas. Siempre fue mi sueño y trabajo día a día para conseguirlo. Me tengo mucha fe y mucha confianza en que lo voy a conseguir. No sé si va a ser este año, el otro, pero me lo he puesto como un objetivo claro en mi vida.

-¿Cómo trabajás?
-En la parte técnica estudio bastante mi juego y a los jugadores de élite, veo bastantes videos de los torneos, trato de interpretar continuamente cuáles son las dinámicas imperantes y voy incorporando detallecitos que quizá en determinados momentos me sorprenden. Así incorporo herramientas para el futuro, tratando siempre de interpretar cómo va evolucionando el juego, buscando optimizar las líneas en los distintos spots. Ya es difícil que incorpore conocimiento de un libro o material teórico, el conocimiento está en la cancha. El juego en MTT hoy es dinámica pura.

-A un año del badbeat (5 al river para la escalera del rival) que te eliminó, ¿qué sensaciones te quedaron? 
-Cuando me cayó el badbeat tuve un minuto de adaptación, que me lo permití a la vista de miles de millones de televidentes. Pero después me dije unas palabras para mí mismo y estaba reconfortado. Ya quedó en el olvido.

-Ese paso por el Main Event, el haber quedado en la historia como el mejor latino en 30 años, ¿cómo lo llevás?
-Es reconfortante y una gran alegría haber protagonizado ese pequeño hecho histórico en el poker latinoamericano. Pero no sé si es por mi frialdad, mi necesidad de mejorar todos los días, mis ansias por ser cada vez un mejor competidor, mi soberbia, las ganas de ganar día a día, que no me quedo ahí; estoy lejos de estar anclado. Quizá cuando se quieren sacar una foto conmigo, decís que sí, que fue importante, pero para mí ese Main Event quedó como un hecho anecdótico. Estoy concentrado en el presente. Es un lindo hecho del pasado pero nada más.